viernes, 6 de junio de 2008

Aventura hacia BitchPort

La decisión estaba tomada, la Perra jamás imaginaría que su Amo arribaría a puerto esa noche.

Dominatoris como Sr. de esta, su Perra. tomó la decisión de sorprenderla, para someterla sin darle tiempo de reaccionar. Entrada la madrugada, la noche calma después de varias jornadas de revueltas populares.

A esa hora ella, la Perra, debería estar en sus juegos nocturnos con el galán de turno, que babeara por las sutilezas y encantos que recibe en un ingenuo intercambio de palabras. Si quien fuere el elegido, sobrepasa el límite o quisiera lograr el exquisito manjar que ella guarda fielmente para su amo. Este caería vertiginosamente por el acantilado de la indiferencia y el rechazo.

Húmeda por las lujuriosas insinuaciones de tantos, que con insistencia han querido someter ese cuerpo de esclava y sumisa. Ella deseando la llegada de un macho que la humille, la use y castigue. Piensa en su Macho, quien cabalgará en las praderas de su lecho, en los valles de su castillo.
Con firmeza recorrerá los confines de su Perra, que gustosa según el criterio de su Amo recibiría la sorpresiva visita.


La sorpresa embargó al Amo cuando al darse cuenta que era rechazado, no sólo de madrugada, sino además al alba.


Pudo constatar aquel hidalgo caballero, el despertar de BitchPort. Podríamos culpar a la pobreza, pero sería muy injusto con los pobres, ya que no todos son victimas del flagelo de los abusos del alcohol y las drogas.

El Amo observa como retornan los entes nocturnos a sus guaridas, la escena por un momento, hace olvidar el propósito de su presencia en aquel lugar.

Declara a la Perra en rebeldía, y la condena a humillarse y arrastrarse antes de que pueda decirse nuevamente su Perra.